lunes, 10 de septiembre de 2007

--

Querido primo,

Antonia y yo leímos tu libro y nos encantó. Nos enganchó desde la primera página, empiezas a leer y no puedes parar hasta acabarlo. No es únicamente por pensar que lo que cuentas son tus vivencias, sino también por tu capacidad para contar anécdotas muy humanas en un entorno duro y hostil que se intuye pero en el que no te recreas. Me imagino que no ha sido fácil encontrar el equilibrio, pero para los lectores, al menos para nosotros, lo has encontrado. Has sabido combinar momentos tristes y duros con otros muy emotivos en los que incluso aparece la sonrisa olvidando que estabas preso. Al final, también has sabido transmitir perfectamente la emoción que debías sentir por la pronta liberación con un relato de locura sin signos de puntuación. Si, además, conoces al autor la emoción de la lectura aumenta, si eso fuera posible. En resumen, muchas gracias por haberlo escrito y permitirnos conocerte un poco mejor.

No hay comentarios: